En la exposición de videojuegos “Devil Sun: Sobreviviendo al «survival horror» japonés”, comisariada por Aitor de Maenza y Sergio Martín, se muestran trabajos de tres grandes artistas japoneses: Osamu Sato, Kenji Eno y Kikiyama. De Kikiyama no podemos decir mucho, ya que oculta celosamente su identidad. Pero, por lo que se refiere a Osamu Sato y Kenji Eno hay que destacar que, no solo son grafistas y desarrolladores de videojuegos, sino también músicos. De manera que realizan un trabajo muy integral y personal, y con el paso de los años han ido cimentando una buena fama de artistas, alcanzando gran popularidad. Hasta el punto de que Osamu Sato está accesible en español en una wiki en FANDOM, y Kenji Eno, quien murió en 2013 (hipertensión) con 42 años, si bien no ha llegado hasta ahí de popularidad (murió demasiado pronto), pero se ha convertido en un clásico. Podéis ver el documental homenaje a su memoria aquí. Y, algo muy llamativo, tiene página en FILMAFFINITY, donde se le cita como autor de una “filmografía”, y en sus trabajos colaboraron actores para dar vida a sus personajes. Resulta patente que las fronteras entre los medios se están diluyendo en “la nube”.
Kenji Eno (con su esposa Yuka)
Kenji Eno es autor de, entre otros ―citamos los más populares―: “D” (1995), “Trip’d” (1995), “Enemy Zero” (1998) y “D2” (1999), todos ellos creados para su propia empresa Warp Inc. En estos trabajos la protagonista suele ser una chica, Laura, lo cual llama poderosamente la atención, ya que la mayoría de sus seguidores y usuarios de videojuegos son chicos (al igual que la industria que los produce). Un tema para reflexionar. Por lo demás, se trata de un personaje que reúne todos los méritos para convertirse en un mito: niño superdotado, su madre murió cuando era un niño, luego abandonó la escuela, se ha dedicado a todo tipo de sectores (automóviles, telefonía, hosterlería…), aunque siempre ha vuelto a los videojuegos, a los que se aficionó jugando con los arcades de niño, en aquel tiempo con “Space Invaders” y “Pac-Man” instalados. Con su empresa Warp practicó una política comercial absolutamente rompedora, incluyendo en sus productos, a modo de regalo, preservativos o “semillas de hierbas”. Enfadó a otras empresas del sector con presentaciones y entrevistas en las que pasaba vídeos con los que se mofaba de ellos. En los últimos años de su corta vida parece que empezaba a tranquilizarse, se casó y tuvo un hijo, pero la insuficiencia cardíaca provocada por la hipertensión acabó con su vida el 20 de febrero de 2013.
Kenji Eno: “Trip’d” (1995)
Osamu Sato
En cuanto a Osamu Sato, es bastante más mayor (nació en 1960), inició sus estudios orientados a la programación de videojuegos en el Saga Art Junior College de Kioto, después se graduaría en el Instituto de Tecnología de Kioto. Aunque en el campo artístico se formó en fotografía, posteriormente para la elaboración de los videojuegos inventó su propio sistema de grafismo, basado en el empleo de las posibilidades gráficas que ofrece el ordenador. Lo explica Hiroski Sono, profesor de la Universidad Gakugei de Tokyo, dando cuenta de un método que llama la atención por su aparente sencillez. Reproducimos la explicación de Hiroski Sono dado su interés de cara a aquellos que estén pensando en iniciarse en este campo:
“Abriendo la caja mágica
“El ordenador es una caja mágica. En su interior se esconden numerosas imágenes gráficas. Hay diagramas geométricos, letras de diversas formas y tamaños, innumerables símbolos, formas complejas y mutadas, infinitos colores, plantas fantásticas, bestias y robots, todo ello amontonado en rincones ocultos de la caja. AI pulsar el teclado o el ratón, estas formas pueden saltar a la pantalla, pero en manos de personas poco imaginativas o de mente cerrada pueden no aparecer. Y aquellos que no son buenos con las máquinas también tendrán problemas para hacerlas salir. Según Osamu Sato, existe un truco para invocar a estas criaturas, un truco que me enseñó. Y dijo que se Io enseñaría a cualquiera. Y por eso hizo este libro [se refiera a The Art of Computer Designing, 1993, del que el texto de Hiroski Sono es su presentación].
“Por ejemplo, dividiendo un cuadrado, rotándolo, dándole la vuelta y copiándolo repetidamente, se pueden crear diversas formas. Son posibles formas como siluetas de jeroglíficos egipcios antiguos, creaciones instantáneas de un caleidoscopio, ilustraciones art decó, así como letras tipo arabesco, hombres mecánicos y extraterrestres divertidos. Y el Sr. Sato muestra cómo crear estas figuras con formas básicas, es decir, Iíneas, arcos, cuadrados y círculos, y Io hace de manera simple, clara y, sobre todo, muy lógica. Este libro es una introducción al tema para principiantes, una guía diaria para la ilustración por computadora, una colección de ideas de diseño y un compendio de las propias obras de arte por computadora del Sr. Sato. Todas las formas de este libro son en blanco y negro, pero es un mundo en blanco y negro lleno de potencial. Simplemente mirar la miríada de manifestaciones de las formas es un placer, pero para aquellos que lo usarán para comenzar a crear sus propias formas, este libro ofrece placeres mucho, mucho mayores”.
Resulta curioso que en España se dio una experiencia parecida de diseño por ordenador 20 años antes, en el Centro de Cálculo de la Universidad de Madrid. Entre 1968 y 1973, con la instalación del primer ordenador electrónico de uso público en España (de IBM, regalado por EEUU), se fundó el Centro de Cálculo de la Universidad de Madrid dirigido por el matemático Florentino Briones. Dentro de esta institución se crearon los “Seminarios de Análisis y Generación Automática de Formas (SAGAF)”, donde se reunieron pintores, diseñadores, músicos, arquitectos y lingüistas, además de matemáticos e informáticos, para desarrollar programas de investigación sobre generación de formas plásticas, lingüísticas, arquitectónicas y musicales asistidas por ordenador. Esta institución académica fue pionera en su género en el mundo. Entre los participantes a los seminarios estuvieron: José Luis Alexanco, Manuel Barbadillo, Elena Asins, Eusebio Sempere, Enrique Salamanca, Ignacio Gómez de Liaño, Javier Seguí, Luis de Pablo, Emiliano del Cerro, Javier Maderuelo, José María Iturralde, Soledad Sevilla (ahora en el Reina Sofía MNCARS, en una exposición retrospectiva comisariada por Isabel Tejeda, vocal del patronato de la Fundación La Posta).
Eusebio Sempere: autorretrato realizado mediante digitalización de fotografía hecho a mano con un densitómetro punto a punto. Para lograr el carácter escultórico, se aplica la fórmula de la gravitación universal a cada punto de intersección en una malla de dos dimensiones [Aramis López y Jaime Munarriz: El Centro de Cálculo (1968-1973): ciencia, arte y creación computacional, Ediciones Complutense, 2021, pág. 145].
Entre los trabajos más importantes de Osamu Sato hay que referirse a:
- Eastern Mind: The Lost Souls of Tong Nou (1994) (PC)
- Chu-Teng (1995) (PC)
- LSD: Dream Emulator (1998) (PS1)
- Tokyo Wakusei Planetokio (1999) (PS1)
- Rhytmh N’Face (1999) (PS1)
Para el desarrollo de su trabajo, en 1989 creó la compañía OutSide Directors Company (OSD), y 5 años más tarde, en 1994, fue premiado por la Academia de Entretenimiento Digital (DEA) por el juego para Macintosh “Eastern Mind: The Lost Souls of Tong Nou” (en esta misma web se puede ver un Full Playthrough aquí). Ese mismo año, publicó el álbum de este juego titulado “Transmigration”. En 1998, lanzó su primer juego para Play Station que se tituló “LSD: Dream Emulator”, el trabajo más conocido de Sato, y junto con él fueron lanzados también el libro Lovely Sweet Dream, basado en el verdadero diario de sueños de Hiroko Nishikawa, así como el álbum “LSD & Remixes” y un Bonus Track “Lucy in the Sky with Dinamites”.
ULTIMA HORA: aunque parece que se trata de autores poco conocidos en España, sin embargo, nos ha sorprendido gratamente encontrarnos con un podcast sobre Kenji Eno completísimo (3h 22’) subido el 16 de julio de este mismo año 2024. Lo podéis escuchar aquí
Devil Sun: Sobreviviendo al ‘survival horror’ japonés
“Eastern Mind: The Lost Souls of Tong Nou” (1994), Osamu Sato