25 años de Arquitectura Moderna en Valencia (1950-1975). Texto completo

Nuestro patrimonio arquitectónico es un elemento de identidad cultural y de gran riqueza colectiva. El estudio del mismo debe ser importante para la difusión, conocimiento y disfrute de las futuras generaciones. Son muchos los edificios con interés en la ciudad de Valencia que no disponen de un adecuado estudio. De igual modo ocurre con un gran número de arquitectos, con obra de gran trascendencia en esos años, que no tienen una monografía propia.

La Segunda República tuvo una influencia muy concreta y supuso un gran impulso hacia la consecución de la modernidad arquitectónica y urbanística del país, condicionada por los nuevos materiales o técnicas constructivas y las nuevas necesidades sociales. El final de la contienda bélica trajo consigo, en muchos aspectos, la eliminación de todo resquicio de modernidad en la arquitectura del país. Aun así, se mantuvieron ciertos planteamientos modernos entre algunos arquitectos de este periodo, sobre todo en lo referido a sistemas de composición. La década de los cuarenta estuvo determinada por el aislamiento político y la autarquía económica del régimen franquista. Estos factores provocaron un parón en la actividad productiva española y la escasez de los bienes de consumo.

Los esfuerzos de renovación arquitectónica quedaron relegados por el régimen franquista. El desarrollo de la arquitectura racionalista, que había aparecido en los últimos años de la República, fue casi simbólica tras la Guerra Civil, sobre todo en el discurso oficial. La arquitectura española se encaminó hacia la formulación de su propio estilo nacional, con la vista puesta a la arquitectura imperial. Es una vuelta al tradicionalismo clasicista de signo académico, un arte tradicionalista de elementos historicistas, regionalistas o eclécticos. Madrid será el escaparte de esta nueva arquitectura nacional al servicio de las instituciones.

Cuartel General del Ejército del Aire Cuartel General del Ejército del Aire

Lluís Bonet Garí, Banco Vitalicio, 1950, Barcelona. Fuente Milerenda Lluís Bonet Garí, Banco Vitalicio, 1950, Barcelona. Fuente Milerenda

En la década de los cincuenta el historicismo de signo ecléctico evoluciona hacia un estilo más moderno, coincidiendo con el fin de la autarquía y la apertura al exterior. El lenguaje moderno se va implementando, en un primer momento, de una manera muy limitada. La progresiva implantación del estilo vendrá acompañada de la importación de nuevos materiales y técnicas constructivas. También se produce una vuelta al estilo racionalista por parte de algunos arquitectos. Las razones que explican esta apertura tienen su origen en la débil situación de la economía nacional, forzada a solicitar créditos bancarios internacionales y a liberalizar las importaciones.

En el seno de la arquitectura española se produce un debate acerca del estilo nacional y la apertura hacia nuevos estilos o corrientes. Las reivindicaciones a favor de la renovación arquitectónica quedan reflejadas en el Grupo R de Barcelona (1951-1961) o en el Manifiesto de la Alhambra (1953). En 1967 se crea la Escuela de Arquitectura de Valencia, en un primer momento como filial de la de Barcelona, aunque pronto tendrá autonomía propia. También son los años del inicio de la arquitectura desarrollista y de la creación de las grandes constructoras españolas.

Manifiesto de la Alambra 1953

La política social se convierte en el principal componente de propaganda del régimen para construir el ideario de comunidad nacional entre los españoles. La vivienda aparece como uno de los pilares fundamentales de ese sistema y un instrumento de propaganda eficaz en la promoción del régimen franquista. Los primeros años de posguerra se centraron en la reconstrucción del país y la reestructuración económica. Son años de mucha inestabilidad y no habrá grandes obras urbanísticas ni novedades desde el punto de vista arquitectónico.

La política de vivienda pública dejará su influjo en el contexto social y desarrollista de las ciudades, teniendo una serie de consecuencias sobre el paisaje y el entorno de las mismas. Entre los factores que determinan este influjo expansionista, y también la rápida implementación de la vivienda social en España, se encuentra el salto emigratorio definitivo del campo a la ciudad por parte de miles de personas en un transcurso progresivo y constante, la concepción de la ciudad como macrourbe o las diferentes políticas públicas.

Algunos precedentes de vivienda social pueden encontrarse en algunos países europeos como Países Bajos, Alemania o Austria. Son ejemplos paradigmáticos las höfe presentes en Viena, las hofjes de Ámsterdam o el complejo Fuggerei de Augsburgo. El desarrollo y características de estas construcciones vienen determinados por factores como su emplazamiento, la dimensión del solar o los materiales utilizados.

Jakob-Reumann-Hof Jakob-Reumann-Hof

Karl Marx Hof Karl Marx Hof

Podemos destacar dos periodos en la construcción de viviendas sociales en España. Por un lado, un periodo comprendido entre 1939 y 1954, con viviendas protegidas y bonificables. Las viviendas solían ser bloques de pocas alturas, con patio de manzana y estaban construidas en las zonas cercanas al ensanche. Por otro, un periodo comprendido entre 1955 y 1963, con viviendas de renta limitada. Tenían más medios y calidades que las anteriores y estaban construidas en un estilo neorracionalista, entrelazando ya algunos preceptos de la arquitectura moderna.

VPO

El nuevo régimen, tras la guerra, promoverá una serie de leyes o planes que trataran de regular el mercado de la vivienda. En 1939 se crea el Instituto Nacional de la Vivienda (INV) y se aprobará la Ley de Viviendas Protegidas. Esta ley promovía la vivienda social a partir de una serie de exenciones tributarias o anticipos y creaba la figura de los promotores sociales, es decir, las instituciones públicas y sindicales. Aunque modificaciones posteriores ampliaban este rango a cooperativas o cajas de ahorro. Esa misma ley se reformulará en 1944 con la Ley de Viviendas Bonificadas, tras no haber dado los resultados esperados. Entre las principales novedades de la ley se encuentra la ampliación de la franja de clase media que podía acogerse a ella y la concesión de préstamos indirectos a particulares a un interés bajo y un vencimiento a largo plazo a través de promotores privados.

1946-valencia-y-su-cintura Plan General de Valencia y su Cintura de 1946

En Valencia se promulga el Plan General de Ordenación de Valencia y su Cintura en 1946, primer planteamiento urbano integral para la ciudad. El plan trataba de racionalizar el crecimiento, potenciándolo a partir de un esquema radiocéntrico donde los municipios de los alrededores absorberían gran parte de ese crecimiento. El crecimiento de la propia ciudad se haría a través de la huerta. El plan resultó algo ineficaz por la falta de recursos e instrumentos para llevarlo a cabo.

Por ello se creó la Corporación Administrativa Gran Valencia en 1949, entidad administrativa con el objetivo de controlar la ordenación y crecimiento urbanístico de la ciudad de Valencia y su comarca, así como la ejecución del Plan General.

Entre 1944 y 1954 se da un impulso al Primer Plan de la Vivienda. Será el primer intento de planificación en la reconstrucción y agrupación de las distintas modalidades de vivienda. Además, en 1954 se promueve la Ley de Viviendas de Renta Limitada, ratificando la familia como sujeto de la política social de la vivienda y dando una regulación duradera al mercado. También se crea el Consejo Nacional de Vivienda, organismo encargado de coordinar las políticas de vivienda. En esos años el Instituto Nacional de la Vivienda llevará a cabo una extensa política constructiva.

El Plan Nacional de la Vivienda, desarrollado entre 1956 y 1960, es uno de los primeros intentos de planificación en la gestión de ayudas públicas a la vivienda. Aprobaba los regímenes de vivienda de renta limitada y subvencionada, en un equilibrio entre la actuación pública y la privada. Otra ley que supuso un gran impulso a la construcción es la Ley del Suelo de 1956. Primaba los intereses inmobiliarios sobre las Administraciones elevando el planeamiento a elemento fundamental, es decir, el uso del suelo sobre la función social de la propiedad. También establecía el estatuto jurídico del suelo y reservaba las plusvalías a los propietarios.

El Estado institucionalizará definitivamente el problema creando en 1957 el Ministerio de la Vivienda, organismo de gestión de los recursos para llevar a cabo las políticas públicas en un equilibrio de medios financieros y materiales. También se redactaron una serie de leyes y cambios legislativos para la promoción de las viviendas sociales. Entre ellas se encuentra la Ley de Propiedad Horizontal de 1960, que suponía un nuevo sistema de financiación para la ejecución de las diferentes actuaciones urbanísticas. La ley reforzaba el derecho de disposición hipotecaria con el propósito de incentivar la compra de una vivienda bajo la forma de propiedad urbana e introducía la figura de varios agentes. Estos agentes son el comprador, que financiaba la compra con sus ahorros, el propietario del bien inmueble y el constructor.

Ley de Propiedad Horizontal

El propietario podía llegar a un acuerdo con el constructor, o viceversa, en lo relativo a la ocupación de la parcela a cambio de una parte de la obra a construir. Para la financiación del futuro propietario se habilitaba un nuevo sistema, la inscripción de declaración de obra nueva en el Registro de la Propiedad antes de la construcción del edifico, sobre la cual se realizaba o constituía la hipoteca. Las Viviendas de Protección Oficial (V.P.O.) otorgaban el aval para poder acceder a este sistema de financiación. Además, con la ley desaparecía el derecho de tanteo y retracto de los comuneros en la propiedad horizontal por pisos.

El nuevo Plan Nacional de la Vivienda llegará entre 1961 y 1976. Se centraba principalmente en las viviendas de régimen libre, dejando de lado aquellas de renta limitada o sociales, y promovía la liberalización de suelo en beneficio de promotoras privadas, entre otras medidas.

banco-valencia-riada-1957 La gran riada de 1957

La riada de 1957 supone la modificación del Plan General y la aprobación de uno nuevo, el Plan de Valencia y su cintura adaptado a la solución Sur. El Plan Sur desviaba el cauce del río Turia y planteaba una profunda reforma en las carreteras, colectores, transportes y enlaces ferroviarios de la ciudad. Ese año se aprobaba el Plan Riada del Ministerio de la Vivienda, que promovía la construcción de unas dos mil quinientas viviendas de tipo social, gestionadas por el Instituto Nacional de la Vivienda, por la Ley de Renta Limitada y por la Obra Sindical del Hogar.

El Plan General de 1966 mantenía la estructura radiocéntrica de la ciudad y preveía el crecimiento del territorio de la ciudad a partir de la extensión del suelo urbano, que se duplicaba. Además, hacia una extensiva propuesta viaria y de eliminación del cinturón ferroviario y de los pasos a nivel. Otra consecuencia del plan será la permisiva legislación urbana en materia de derribo y construcción de nuevos edificios, muchas veces elevando la altura media del casco histórico.

La exposición “25 Años De Arquitectura Moderna En Valencia (1950-1975)” plantea  una reflexión sobre los distintos modos o ideas de concebir el urbanismo o la arquitectura de la ciudad desde el pensamiento contemporáneo, haciendo testigo al visitante del conjunto de cambios transformadores producidos en la sociedad moderna de ese cuarto de siglo. La exposición, comisariada por Alejandro Chust, historiador del arte y profesional especializado en la rama de Patrimonio Cultural, trata de sintetizar la arquitectura de ese cuarto de siglo, en su diversidad de estilos, funciones y procedimientos constructivos, a través de algunos ejemplos arquitectónicos o grupos de viviendas relevantes, tanto de promoción pública como privada. La selección se ha hecho en base a criterios estilísticos, tipológicos y cronológicos. Todo para recopilar algunas de las principales corrientes arquitectónicas de aquellos años que nos servirán de guía para crear la síntesis de la arquitectura de esos años y recorrer los principales cambios en materia de vivienda y urbanismo producidos en la ciudad de Valencia a lo largo del tercer cuarto del siglo veinte.

Colegio Guadalaviar Colegio Guadalaviar

Grupo Residencial Agentes Comerciales Sección F Grupo Residencial Agentes Comerciales Sección F

Edificio Aviación Edificio Aviación

Grupo Residencial Marqués de Valterra Grupo Residencial Marqués de Valterra

 

BIBLIOGRAFÍA:

BLAT, Juan; CALDUCH, Juan; JORDÁ, Carmen; LLOPIS, Armando; PÉREZ IGUALADA, Javier; TEMES, Rafael. Historias vividas. Grupos de viviendas en Valencia 1900-1980. Valencia: Instituto Valenciano de la Edificación, 2016.

CANDELA OCHOTORENA, José. Del pisito a la burbuja inmobiliaria. La herencia cultural falangista de la vivienda en propiedad, 1939-1959. Valencia: Universitat de València, 2019.

CERVERA PASCUAL, Guillem. La renovación urbana y su régimen jurídico. Valencia: Editorial Reus, 2013.

DAUKSIS ORTOLÁ, Sonia; LLOPIS ALONSO, Amando. Arquitectura del Siglo XX en Valencia. Valencia: Ediciones Alfonso el Magnánimo, 2001.

JORDÁ SUCH, Carmen. 20 x 20. Siglo XX. Veinte obras de arquitectura moderna. Valencia: Colegio Oficial de Arquitectos de la Comunidad Valenciana, 1997.

MARIA MONTANER, Josep. La arquitectura de la vivienda colectiva. Barcelona: Editorial Reverté, 2015.

PATUEL, Pascual. Arquitectura y urbanismo valenciano en el franquismo (1939-1975). Valencia: Universitat de València, 2020.

PEÑIN, Alberto. Valencia 1874-1959: Ciudad, Arquitectura y Arquitectos. Valencia: Escuela Técnica Superior de Arquitectura, 1978.

SÁNCHEZ MUÑOZ, David. Arquitectura y espacio urbano en Valencia, 1939-1957. Valencia: Ayuntamiento de Valencia, 2013.

TABERNER PASTOR, Francisco; LLOPIS ALONSO, Amando; ALCALDE BLANQUER, Cristina; MERLO FUERTES, José Luis; ROS PASTOR, Ana. Guía de Arquitectura de Valencia. Valencia: Colegio Territorial de Arquitectos de Valencia, 2010.

PUBLICACIONES RELACIONADAS cast

25 años de Arquitectura Moderna en Valencia (1950-1975)