Antes de que Manuel Huerga se convirtiese en un reputado director de escena, de cine y de televisión, en 1978, con tan solo 19 años, realizó el film “Brutal Ardour” (29:13 min.). Se suele decir de esta película que es experimental, pero a diferencia de lo que solía pasar con los films experimentales de la época, en los que la banda sonora era circunstancial ―respondía a los gustos musicales del autor de la película, con escasa o nula relación con el film―, sin embargo, en el caso de “Brutal Ardour”, la música utilizada de banda sonora no solo es relevante sino que se torna en el elemento protagonista. De hecho, se ha dicho por quienes han comentado la película, que su misma estructura está determinada por la estructura de la música a la que, en ese sentido, acompañarían las imágenes (sin perjuicio de que las imágenes hayan sido fruto, igualmente, de un concienzudo trabajo de exploración y análisis). La música a la que nos estamos refiriendo son las “Variaciones” que hizo Brian Eno del Canon de Johann Pachelbel, publicadas en 1975 como cara B del disco “Discreet Music” (en la cara A un tema musical de amplio desarrollo de lo que se conocería más tarde como Ambient Music). Tanta es la dependencia de las imágenes respecto de la música de la banda sonora, que de hecho el film toma su nombre “Brutal Ardour” de la tercera de las “Variaciones” realizada por Eno. Esas “Variaciones” de Brian Eno se caracterizan por haber sido construidas alargando hasta la extenuación las notas que componen el Canon de Pachelbel. Las imágenes siguen el mismo método. Partiendo de una especie de material encontrado (como si fuesen los restos del rodaje de un “Romeo y Julieta” cualquiera), ese film es escudriñado de manera obsesiva, a cámara lenta, fotograma a fotograma, ampliándolo y deleitándose en su textura, el granulado dorado que lo inunda todo de una luminosidad melancólica.
Prestamos atención a esta película en este momento porque, como los más observadores de nuestra web habrán descubierto, La Posta tiene nueva presidenta, se trata de Carmen Pardo Salgado, profesora titular en la Universidad de Gerona de Historia y Estética de la Música. Con su impulso se aprobó en el Plan de Actuación de 2019 una línea de actividad que incluye arte sonoro. A raíz de esto, el 25 de enero, en el marco de la exposición “Archivos de Acción. Autoproducciones colectivas de Cine por venir”, tuvimos oportunidad de oir y ver la primera experiencia de arte sonoro en La Posta, una performance─instalación sonora de Luis López Casero, elaborada a partir de sonidos de la banda sonora de la película “Masacre: ven y mira” de Elem Klimov. Así que, a partir de ahora el arte sonoro va a tener su tiempo y su espacio en nuestra programación. En ese contexto, la obra de Manuel Huerga “Brutal Ardour” es perfecta para traerla a este Screen de la web de La Posta, porque, a la banda sonora relevante, se le unen unas imágenes experimentales que no dejan impasible a nadie, componiendo el conjunto un film muy “en los límites” de las distintas áreas creativas practicadas por La Posta.
Arriba en la pantalla se puede ver un extracto de “Brutal Ardour”, con el Canon de Pachelbel original, y, el film completo con las “Variaciones” de Brian Eno, aquí.