La exposición «Colectivos en el cubo blanco», en la sede de la Fundación La Posta, nos ha permitido tener una experiencia de los trabajos de Left Hand Rotation, SomosNosotros, Cinematrueque y Paupac Azul, envolvente y hasta cierto punto matérica. Terminada la exposición podeis seguir disfrutando de estos trabajos en la web, de otra manera, a través de la pantalla de plasma o del monitor LCD, una experiencia típicamente digital, distinta respecto del resultado que ofrece la proyección de las imágenes sobre una superficie reflectante, incluso acompañada de material documental de las acciones registradas –como fue el caso de “Supera la barrera” de Left Hand Rotation–, o adoptando una forma escultórica y con ello propiciando una cierta cosificación de la imagen –como se dio en el caso de “Nada que ganar, nada que perder” de SomosNosotros–. No obstante, la diferencia más importante entre el visionado de las imágenes en el “cubo blanco” y en la pantalla del ordenador, no son los aspectos físicos –como ocurre con lo relativo a la calidad de la luz–, sino que tiene más relevancia la distinta fenomenología que caracteriza a cada una de estas experiencias. Mientras que el visionado en el “cubo blanco” se produce en un espacio de pública concurrencia, en el caso del visionado en la pantalla del ordenador este se produce en la intimidad de la habitación privada (el caso paradigmático sería la habitación del adolescente).
Arriba «Los buenos chicos» de Paupac Azul
“Los buenos chicos”, Paupac Azul
“Los buenos chicos nos hemos cansado de ser dóciles, y aunque sabemos bien lo que nos jugamos, estamos intentando socavar por donde pisan los de siempre, con lo establecido entre sus manos. Miramos el sistema, y una vez pensamos hasta que podíamos engañarles y hacerlo nuestro. pero como somos buenos chicos, solo conseguimos currar hasta deslomarnos y desilusionarnos un poco.” Esta obra es al mismo tiempo una reflexión íntima y un alegato contra la corrección política, la pasividad, los estereotipos, el conformismo… y todo esto sin caer en la retórica y en los manidos clichés del falso activismo panfletario.