Fundación La Posta presenta la exposición “Still Not Life” con obras de Alfonso S. Luna, la primera de una serie de exposiciones y proyectos de investigación que son el fruto del acuerdo alcanzado con el Centro de Investigación en Artes de la Universidad Miguel Hernández, que incluye diferentes Grupos de Investigación: Massiva, IAM-Lab [Laboratorio de Interferencias Artísticas y Mediales] y Bernia. Es precisamente este último, el Grupo de Investigación Bèrnia, que dirige el Catedrático Kosme de Barañano, con el que se inicia esta colaboración, mostrando los resultados de la serie “Still Not Life” desarrollada por el artista Alfonso S. Luna, miembro de dicho grupo.
La naturaleza muerta —Still Life en su forma anglosajona— consiste en la representación de objetos inanimados que, especialmente a partir del barroco, adquirían significados simbólicos capaces de transmitir emociones, retratar situaciones o incluso afianzar dogmas. Sin embargo, unos siglos después de su auge, la capacidad técnica de generar y reproducir imágenes cambió para siempre el paradigma del arte, como en su día desarrolló minuciosamente Benjamin.
En un momento en el que las herramientas tecnológicas de creación de imágenes no sólo ocupan el centro de la preocupación de los investigadores artísticos, sino que se han convertido en el lenguaje de comunicación dominante y masivo entre los humanos, Alfonso S. Luna se detiene en la capacidad de emoción que aún conserva la imagen matérica, creada con el gesto artístico que germina en el instante preciso y crece como un ser vivo.
El mundo lleva ahora dos años sumido en una especie de silencio tenso, en un estado de contención y de vida parcial. Esa vida confinada, cohibida y mediada por cámaras, pantallas e imágenes técnicas pixeladas es calificada por Luna como Still Not Life, esa vida que aún no es vida. Y en medio de esta avalancha de imágenes nos presenta una colección de obras pictóricas que recurren a la abstracción como una manera de pausar el tiempo, de acallar el ruido y mirar hacia el interior. Porque cuando el cerebro no reconoce ningún concepto o idea vinculada a la imagen que se le presenta como obra de arte, cuando no encuentra ninguna figura reconocible ni simbólica, hay un instante de silencio en la mente.
Esta serie de siete piezas realizadas durante 2021 buscan generar ese silencio que estimule las sensaciones en un relato que, haciendo referencia a los títulos de las obras, va desde el equívoco hasta lo umbrío, deteniéndose en lo breve, en lo efímero, siendo conscientes del tránsito para identificar nuestra propia búsqueda de El Dorado.