Cuando ha terminado la primera temporada de la Fundación La Posta (octubre 2014 – junio 2015), parece el momento de hacer balance de lo acontecido.
Empezamos esta temporada —y con ello inauguramos el espacio expositivo de la Fundación La Posta—, con la exposición “El Aula Invertida. Estrategias pedagógicas y prácticas artísticas desde la diversidad sexual”. Se trata de una exposición fruto de un acuerdo de colaboración con el Congreso Internacional sobre Educación Artística y Diversidad Sexual (EDADIS), que se celebró en Valencia el 13-14 de noviembre de 2014, organizado por el Instituto Universitario de Creatividad e Innovaciones Educativas de la Universidad de Valencia. Formaba parte de dicho Congreso, con un papel destacado, el proyecto del Grupo de investigación FIDEX, de la Universidad Miguel Hernández, Altea: El Aula Invertida. Estrategias pedagógicas y prácticas artísticas desde la diversidad sexual. La exposición estuvo comisariada por María Tinoco. Como toda la información sobre esta exposición está en esta misma web, nos remitimos a la misma. En este momento, destacar que se trató de imágenes adheridas a la materia, incluso construidas con ella misma, de forma que dichas imágenes son indisociables del objeto que las sustenta. Además, remiten a una determinada temática, en este caso la identidad sexual, y las identidades de género construidas en torno a aquélla, y cómo estas cuestiones se tienen en cuenta en las enseñanzas artísticas.
Posteriormente, pudimos disfrutar durante cuatro meses de la exposición “La Resistencia Invisible de lo Cotidiano”, la cual se presentó en dos partes: primera parte “Reificación”, con trabajos de Be Andr (“Disruption: Go Ogle Me + 90 degree I”) y Regina de Miguel («Knowledge Never Comes Alone»); y la segunda parte “Equívoco”, con trabajos de Kim Schoen (“Have You Never Let Someone Else Be Strong?”, “Second Oldest Amusement” y “Wet Technology”) y Aitor Lajarín (“La Charca” [The Pond] y “Emperador”). Exposiciones comisariadas por Juan Fabuel. Con esta tanda de exposiciones se produjo un cambio destacable, en relación con las cuestiones a las que nos hemos referido antes, por cuanto una parte importante de las imágenes mostradas se sustentan en ficheros electrónicos. Esta es una cuestión de enorme relevancia para nosotros, por cuanto incide en cuestiones del máximo interés, como las relativas a cómo se produce la divulgación de la obra; y relacionado con ello, la vigencia de conceptos como obra original y copia, incluso, yendo más allá, la distinción entre producción y reproducción. Por otro lado, al margen de reflexiones teóricas, el hecho es que las imágenes que vimos proyectadas en la pared son pura imaginería, pura luz. Esta idea resultó particularmente acentuada con la forma de exhibición de la obra de Kim Schoen “Second Oldest Amusement”, proyectando la imagen sobre un cristal traslúcido que reproyectaba la luz en un haz oblicuo sobre la pared.
La cuestión de la desobjetualización de la obra es de enorme importancia para nosotros. Obsérvese, que ese fenómeno se pudo apreciar incluso en la obra de Be Andr “Go Ogle Me”. Aunque se trata de una obra que se materializó en un vinilo adherido a una de las paredes del espacio expositivo, en realidad se trata de una obra que está localizada en un fichero electrónico. Es el fichero electrónico en el que se encuentra la información vectorializada, en donde se localiza la imagen que se expone a la experiencia del visitante. Esta realidad se ve acentuada por la futilidad del soporte material empleado para su reproducción (un vinilo adherido a la pared), que tras el tiempo de exhibición desapareció. Lo que permanece es el fichero electrónico en el que se contiene la obra ideada por el artista. Ya hemos dicho antes que esa es una cuestión relevante para nosotros, porque con independencia de cuestiones relativas a la producción de la obra, incide sobre el proceso de divulgación de la misma. A consecuencia de la forma de encarnación de la obra adoptada, no queda ni rastro de conceptos tradicionales como obra original, entendido en el sentido de primera materialización de la misma. Estas cuestiones a las que nos estamos refiriendo son relevantes en relación con los procesos de divulgación, distribución y, en su caso, en relación con la comercialización de la obra. Incluso la segunda parte del trabajo de Be Andr “90 degree I” (la «I» latina tumbada en medio del espacio expositivo), incide en este tipo de cuestiones estructurales relativas al sistema del arte, en cuanto esta obra constituye un ofrecimiento por parte del artista para que el visitante se pueda sentar para la observación atenta del “Go Ogle Me”, y también para que, mirando en dirección contraria, pueda experimentar la película de Regina de Miguel “El conocimiento nunca viene solo”. Se trata de un hecho estructural de enorme relevancia, hasta el punto de que la idea fue retomada por la Fundación La Posta para la exposición “La Resistencia Invisible de lo Cotidiano II: Equívoco”, ahora formalizada en un banco, colocado ex profeso para el visionado de los vídeos. El tema del que estamos hablando no es una cuestión baladí. Se trata de una cuestión que aún no ha sido resuelta satisfactoriamente en el espacio del arte, que se mueve entre tener al visitante de pie mientras ve el vídeo correspondiente, o reproducir las condiciones de la cámara obscura para el visionado de films.
Como habrá podido observar el lector atento, en este resumen de las actividades desarrolladas en la Fundación La Posta en esta primera temporada, estamos siguiendo el esquema que plantea José Luis Brea en Las tres eras de la imagen. Imagen-materia, film, e-image. En el presente caso ―como en el texto de Brea―, sin que la enumeraciσn cronológica de las exposiciones, y el énfasis puesto en los cambios que se han dado en las distintas formas de sustentar la obra, tanto material como tecnológicamente, supongan la adopción de un planteamiento de evolución darwiniano que lleve implícita la idea de superioridad de unas formas respecto de sus antecesoras en el tiempo.
El proceso de desmaterialización de la obra en exhibición se ha agudizado con la tercera de las actividades programadas: “En los límites”. Compuesta ―al igual que la anterior―, de dos partes diferenciadas con sus pequeρas peculiaridades. La primera parte patrocinada por el Master de Artes Visuales y Multimedia, de la Universidad Politécnica de Valencia, y la segunda parte patrocinada por Cine por Venir. En el caso de “En los límites”, todas las obras en exhibición han sido videos. Presentados de distintas formas, unas veces mediante proyección de luz y otras en un monitor conectado a un reproductor multimedia.
Sin embargo, esta muestra de trabajos se ha presentado como “un conjunto de actividades cinematográficas”. El empleo del término cinematográfico busca poner el acento en los procesos, tanto de producción, como de distribución, exhibición y recepción de las imágenes (y no tanto como una referencia a las temáticas que se abordan). Sabido es que el concepto de cinematógrafo ha quedado indisociablemente unido al de dispositivo, después de la fundamental obra sobre la materia de Deleuze: La imagen-movimiento y La imagen-tiempo. Estudios sobre cine.
Se pone el acento en los procesos, al tiempo que se asumen los planteamientos propios del cine ensayo, el documental de creación o el cine procesual en la praxis de Miguel Ángel Baixauli (que es a un tiempo quien ha coordinado todo este conjunto de actividades cinematográficas “En los límites”). Con ello se produce una renuncia a las narrativas tradicionales herederas de la novela ―lo cual nos coloca en los limites del cinematógrafo―, al tiempo que nos acerca al campo del video arte o vídeo de creación con su marco de referencia en el campo de las bellas artes. En esa zona de intersección, tiene su campo de actuación “En los límites”.
Íntimamente relacionado con poner el acento en los procesos, está el señalamiento de la participación como uno de los items básicos en la creación contemporánea. También esto engarza con una característica muy arraigada en el cinematógrafo, como es su capacidad de generar esfera pública. Se va buscando la participación activa en la producción, distribución y exhibición, por parte de aquéllos que antes sólo eran receptores de las imágenes, actuando en este punto en correspondencia con los recursos tecnológicos de los que disponemos, que han convertido a los receptores de imágenes en productores y distribuidores de las mismas en número creciente.
En este contexto, durante los dos meses que ha durado “En los límites”, se han podido ver, durante la primera parte, la patrocinada por el Máster AVM (mes de mayo), los trabajos elaborados por alumnos presentes y pasados de dicho Máster, que además participaron en el Seminario sobre Cine Procesual que tuvo lugar en La Posta, donde tuvieron oportunidad de conocer de primera mano el proceso de producción de un film en proceso como es “Ver no es hablar”, que tiene por protagonista a Miguel Morey, invitado expresamente para dar una conferencia durante el Seminario, la cual fue registrada para su incorporación a dicho film (convirtiendo el espacio expositivo de La Posta en un plató de rodaje). En total los trabajos de: Yas, Lucía Montero, Grupo de arte Manusamo&Bzika, Germán Torres, Patricia Cadavid, Alejandra Bueno, Juan Carlos Rosa Casasola y Nacarid López. Durante la segunda parte de “En los límites”: “Públicos por venir”, patrocinada por Cine por Venir (mes de junio), se han podido ver trabajos elaborados por los participantes en las III Jornadas de Cine por Venir que tuvo lugar en Las Naves CCC durante los meses de febrero y marzo de 2015. Algunos de ellos elaborados ex profeso para la ocasión. En total los trabajos de: Episodio 1: Damià Jordà, Pepa L. Poquet, Mabel Fuentes, Paula Giménez y Lola Bataller Alberola; Episodio 2: Alfonso Legaz, Álvaro Yebra, David Cantarero Tomás, Octavio Guerra Quevedo, Pau Berga, Rosa Esteso y Mario Zamora.
Termina así la temporada 2014-2015, con el firme propósito de que las actividades iniciadas tengan continuidad, y en ese sentido no queden reducidas a meros acontecimientos, por importantes que puedan ser, sino que queden inscritas en un tiempo histórico, al tiempo que adquieren carácter de referenciales.