La exposición «Colectivos en el cubo blanco», en la sede de la Fundación La Posta, nos ha permitido tener una experiencia de los trabajos de Left Hand Rotation, SomosNosotros, Cinematrueque y Paupac Azul, envolvente y hasta cierto punto matérica. Terminada la exposición podeis seguir disfrutando de estos trabajos en la web, de otra manera, a través de la pantalla de plasma o del monitor LCD, una experiencia típicamente digital, distinta respecto del resultado que ofrece la proyección de las imágenes sobre una superficie reflectante, incluso acompañada de material documental de las acciones registradas –como fue el caso de “Supera la barrera” de Left Hand Rotation–, o adoptando una forma escultórica y con ello propiciando una cierta cosificación de la imagen –como se dio en el caso de “Nada que ganar, nada que perder” de SomosNosotros–. No obstante, la diferencia más importante entre el visionado de las imágenes en el “cubo blanco” y en la pantalla del ordenador, no son los aspectos físicos –como ocurre con lo relativo a la calidad de la luz–, sino que tiene más relevancia la distinta fenomenología que caracteriza a cada una de estas experiencias. Mientras que el visionado en el “cubo blanco” se produce en un espacio de pública concurrencia, en el caso del visionado en la pantalla del ordenador este se produce en la intimidad de la habitación privada (el caso paradigmático sería la habitación del adolescente).
Para ver «Deriva 001″ de Cinematrueque haz clik aquí
“Deriva 001”, Cinematrueque
Formado por los cineastas Octavio Guerra, Rafa Casany y Samuel Domingo, el colectivo Cinematrueque nace en Valencia en 2013 como “un viaje por el imaginario de pequeñas poblaciones en el que sus habitantes protagonizan las historias, leyendas y paisajes de su propia comunidad”. Desde esta intención, su método de trabajo se organiza a partir de “derivas”, en las que se echan a la carretera (comarcal) con la cámara al hombro, acercándonos a realidades culturales alejadas del bullicio, en las que el hecho fílmico se percibe de una forma bien diferente al estruendo de los multicines, pero donde este recuerdo de cine “a la antigua” sigue formando parte del imaginario cultural.