¿Existen jerarquías entre las imágenes? Nosotros pensamos que vienen determinadas por los modelos organizativos aplicados a su pensamiento, creación y difusión. En Fundación La Posta seguimos un modelo organizativo que diluye las diferencias entre dentro y fuera de la organización. Como se dice en la carta de presentación de La Posta ―en esta web―: “Fundación La Posta es una organización sin ánimo de lucro, que basa su fuerza en el establecimiento de relaciones con colaboradores que trabajan en beneficio propio compartiendo objetivos comunes”. Esa indiferenciación entre dentro y fuera de la organización se ve reforzada por el hecho de que, entrados en el desarrollo de proyectos concretos, se diluyen las diferencias entre pensadores, creadores y difusores de las imágenes y el público al que irían dirigidas, porque este último participa activamente en todo el proceso; un público que muchas veces no existía con carácter previo al inicio del proyecto, sino que se trata de un público que emerge con el desarrollo del mismo y lo hace participando en el pensamiento, creación y difusión de las imágenes. Lo que llamamos los públicos por venir.
Para iniciar este resumen de las «subtramas de la imagen» en la temporada 2018-2019, nada mejor que empezar por “Sur” (2004) de Teresa Lanceta (de la serie Pinturas cosidas), que se pudo ver en el contexto de la exposición “Tramas feministas” organizada por el equipo LABi (un proyecto del Master en Fotografía, Arte y Técnica de la Universidad Politécnica de Valencia en colaboración con Fundación La Posta). Teresa Lanceta vive en Mutxamel, un pequeño pueblo en el valle del Montnegre (la rambla que abastecía la Huerta de Alicante), un lugar muy querido de “los apoderados” de La Posta.
Badlands (baldías), el valle de Montnegre. Foto Miguel Lorenzo
Por lo demás, toda la información sobre la exposición “Tramas Feministas” está en esta misma web [simplemente adelantar que en la exposición se pudo ver, además del trabajo de Teresa Lanceta al que se ha hecho referencia, obras de Bia Santos, Miriam Martínez Guirao, el proyecto artístico colectivo CraftCabanyal, Anabel Mateo y Jessica Espinoza, con la participación especial de Eva Viera], pero no es el objeto de este resumen reproducir todos los contenidos, sino que, lo que nos interesa ahora es seguirle el hilo a la trama.
Más tramas. En la puesta en escena del trabajo de Anita Pouchard Serra «Urbanidades latentes», que se pudo ver en el contexto de la exposición “Transitando fronteras”, organizada por el equipo LABi (proyecto del Master en Fotografía, Arte y Técnica de la Universidad Politécnica de Valencia en colaboración con Fundación La Posta), incorpora fotografía, dibujo, vídeo… y una especie de foulard, que parece un vestigio de algo que pudo ocurrir quizá en el campo de migrantes New Jungle en Calais, al que se refiere el conjunto de este trabajo. Este tejido nos ha traído a la mente un trabajo de Tunga, el artista brasileño muerto hace unos años. En concreto «Teresinha» (1999), un trabajo que se ha podido ver en España (en el EACC de Castelló), y que estuvo muy presente en los primeros documentos con los que se fue construyendo La Posta. El de Tunga es un vestigio de una práctica probablemente de Terezinha, Estado de Pernambuco, en Brasil (nos da una pista el nombre de la obra). Se refiere a ello la fotografía incluida en la instalación, en la que se pueden ver a hombres y, en apariencia, también mujeres ―no es seguro porque la imagen que nos ofrece Tunga no es muy clara―, que tiran de los dos extremos de una cuerda gruesa (esa práctica también es muy popular en España). Un vestigio es una señal o huella que queda de algo o de alguien que ha pasado o que ha desaparecido. Traerlo a nuestro visionado persigue activar la memoria.
En la exposición “Transitando fronteras” también se pudieron ver trabajos de Odette Fajardo, Marina Álvarez-Dardet Colomer, Fermín Jiménez Landa, Esmeralda Pérez Tamiz y Anja Krakowski. Toda la información sobre esta exposición de LABi está en esta web.
Tramas y subtramas. La otra gran exposición organizada por el equipo LABi de este año (compuesto por Karol Hincapié, Gabriela Rivera Lucero, Andrés Holguín, Gabriella Falcone, Estíbaliz García Taboada y Dolors Fabra Antón) “Lugares suspendidos. Revitalizando identidades urbanas”, con trabajos de Pepa L. Poquet y Pau Figueres. Planteada como un diálogo con el barrio del Carmen y las transformaciones que sufre la ciudad histórica, nos puso en relación con la Casa-taller March en la C/ Mare Vella. El taller March ha sido de siempre un lugar de trabajo artístico, dedicado a la seda, escultura o imaginería, orfebrería y esmaltes sobre metal y cerámica. Las piezas en exhibición traídas del taller March con ocasión de la exposición “Lugares suspendidos. Revitalizando identidades urbanas”, algunas son obras acabadas, pero hay abundancia de útiles y herramientas de trabajo, que nos recuerdan el proceso de elaboración de esas obras, y, lo que es más importante, nos traen a la mente el concepto de taller como se entendió en el pasado, asociado al proceso de aprendizaje. Porque el taller March siempre ha sido un taller-escuela. Fundación La Posta se siente en la tradición pedagógica que ha albergado el área en la que se encuentra el taller March, particularmente aplicada al campo de las artes concebidas como un hacer, como la que representa magníficamente el taller March. En ese sentido, abrazamos la idea del artista obrero, el de los talleres y estudios en los que se enseñaba a los aprendices, en un contexto entonces gremial que ahora tiene que dar lugar necesariamente a nuevas formas de agrupación y comunidad.
Aunque, si hay un apartado de nuestra programación que hace gala de un notable vigor en cuanto a pensar y trabajar sobre las «subtramas de la imagen», este es el dedicado a Cine por venir, que este año ha celebrado su VI edición: “Esto no es una película”. Desde el propio título de esta edición, tomado de una no-película documental de Jafar Panahi y Mojtaba Mirtahmasb, que retrata las vivencias del primero, bajo arresto domiciliario durante la filmación. El archivo electrónico que la contenía llegó de contrabando al Festival de Cannes de 2011 en un pendrive escondido en una tarta de cumpleaños, y lo que no era una película se convirtió en película por obra y gracia de la institución en la que se proyectó ante el público. Ante ese panorama, el primer objetivo que se plantea Cine por venir, y por extensión una parte importante de las actividades de La Posta, es diluir las diferencias entre público espectador/espectante y hacedores de imágenes. Un buen ejemplo de esto ha sido, dentro del conjunto de actividades incluidas dentro de esta edición de Cine por venir: “Llevar la película a otra parte”, taller y cine-performance conducido por Sofía Asencio, que tuvo lugar en el Centre del Carme, Fundación La Posta y el barrio de El Carmen. “En este taller propongo un trabajo experimental alrededor de una película y las formas de verla. Vamos a dividirla en fragmentos y vamos a decidir en qué lugares se proyectarán esos fragmentos. Esto generará un tránsito paralelo al film. En este transitar, que yo llamaría llevar la película a otra parte, pondremos la atención en las posibles relaciones que se generen, como un prisma que dispare nuevos sentidos” (Sofía Asencio).
El resto de actividades que han formado parte de la programación de esta temporada tanto de Cine por venir como de La Posta en general han sido: la exposición de Virginia García del Pino, “Documentación expositiva a partir de los talleres de Cine por venir” y “Archivos de Acción. Autoproducciones colectivas de Cine por venir”; la exposición de CASA ―el proyecto pedagógico de Ricardo Cases y Pablo Casino (con trabajos de Laura Donate, Blanca Sanfélix, Ana R. Leiva, Elisa López, Felipe Rodriguez y Florent Lucas)―, “Self Made” (exposición del trabajo en progreso de Beccy Strong con el hombre transgénero Kay Jane Browning), “Procesos a contracorriente. Inner Nature en diálogo glocal”, una iniciativa de Estela López de Frutos, Lorena Rodríguez Mattalía y Chiara Sgaramella, en el marco del Centro de Investigación Arte y Entorno (se exhibieron trabajos de Ronnie Karfiol, Johanna Reich, Roosje Verschoor, Lucía Loren y Juanma Valentín [ver nota a pie de página], Nobina Gupta, Pat van Boeckel, Anna Day, Despina Economopoulou, Antonia Bañados, Kim Jin Kook, Clare Charnley & Patricia Acevedo y Hugh Livingston), “Inflexive Speeches”, una iniciativa de Red Nómade e Yvonne Andreini (con trabajos de esta última, de Ulrike von Gültlingen, Alessio Castagna y Caroline Corleone), y la exposición con la que se ha cerrado esta temporada “Protesta tecnobarroca”, de Felipe Rivas San Martín (con el apoyo de Andrés Holguín y Dolors Fabra); todas ellas dan muestra de la movilización de personas y recursos casi que a lo largo de todo el mundo, implicando a todo tipo de individualidades y organizaciones, cuya tipología responde no solo a la tradicional dicotomía entre público/privado, sino también ―en un caso y en otro―, erigiéndose en manifestación de unas formas organizativas que se desdoblan y multiplican en una especie de desarrollo que puede resultar confuso para aquellos que están fuera, siendo el primer motivo de confusión el determinar con precisión quiénes están dentro. Más de 56 personas con nombres y apellidos incorporadas a las actividades de La Posta de manera directa o con la mediación de otros, en una vasta red con tramas y subtramas. Lo dicho, «subtramas de la imagen» dignas de estudio.
Nota: el anterior resumen de las actividades de la Fundación La Posta en la temporada 2018-2019, no pretende ser exhaustivo, sino que se centra en aquellas exposiciones y otros formatos de actividad que hacen patente lo que se ha adoptado como objeto de análisis, que son las «subtramas de la imagen».
Nota a pie de página: Del trabajo de Lucia Loren y Juanma Valentín “Menú nuclear” hay imágenes arriba en el carrusel; un trabajo particularmente relacionado con el leivmotiv de este resumen de la temporada: las «subtramas de la imagen». Junto a una entrevista con Erika González de Ecologistas en Acción, el audiovisual muestra la realización de un trabajo colaborativo de bordado de lo que representarían ser los surcos del agua en la cuenca del Ebro, un tipo de acción que podría ser un ejemplo de intervención directa en las comunidades buscando de dotarlas de cohesión en relación con la problemática que plantea la utilización del agua en determinadas infraestructuras energéticas por la zona (el audiovisual se sitúa en las poblaciones existentes en la cabecera del Ebro: Garoña). Coincide en este punto con otro trabajo que pudimos ver en el contexto de la exposición “Tramas feministas”, del proyecto artístico colectivo CraftCabanyal “El Cabanyal punto a punto. Distintas miradas ilustradas” (2014).
En la imagen Erwin Souveton y Eva Clemente quienes, con otras amigas y amigos, protagonizaron la primera performance en La Posta antes de que fuera La Posta (antes de las obras de acondicionamiento, era tan sólo un almacén de bienes patrimoniales históricos, una atmósfera muy propicia para una acción tenebrista casi de otro mundo). Procedentes de Paris, el día de la visita a la clausura de “Transitando fronteras”, viendo la instalación del trabajo de Anita Pouchard Serra «Urbanidades latentes» (fotografía, dibujo, vídeo…) y escuchando la instalación sonora de Lucho Urquieta “Pender de un hilo”. #LasclausurasdeLaPosta