En la exposición de videojuegos “Devil Sun: Sobreviviendo al «survival horror» japonés”, comisariada por Aitor de Maenza y Sergio Martín, se muestran trabajos de tres grandes artistas japoneses: Osamu Sato, Kenji Eno y Kikiyama. De Kikiyama no podemos decir mucho, ya que oculta celosamente su identidad. Pero, por lo que se refiere a Osamu Sato y Kenji Eno hay que destacar que, no solo son grafistas y desarrolladores de videojuegos, sino también músicos.