Este post es continuación del publicado en noviembre 2019 “Charley Toorop en el IVAM y el realismo social” [ver aquí]. En aquel nos referimos, al hilo del comentario sobre la exposición que se estaba celebrando en el IVAM por aquellas fechas Reinventando la representación: el arte holandés de entreguerres ―con una abundante presencia de obras de Charley Toorop―, a la vinculación de la obra de esta artista con la de su padre Jan Toorop, y ahora tenemos que referirnos a la obra de su hijo John Fernhaut (John Ferno en los créditos de la película The Spanish Earth que se puede ver arriba), el cual no escapó a la influencia de los Toorop. Comentábamos entonces la estrecha relación de Charley Toorop con Joris Ivens, participante activo en las actividades de la Filmliga holandesa que tenía en la revista i10 su órgano de expresión, una revista de vanguardia fundada por Charley Toorop y su pareja Arthur Müller-Lehning. De hecho, Joris Ivens, que no necesita presentación (uno de los grandes clásicos del documental, junto con Grierson, Flaherty o Dziga Vertov), era asiduo de la casa de los Toorop en Bergen (40 km al norte de Amsterdam), probablemente indo-holandés como toda la familia (aunque no se suele decir en sus biografías), si nos fijamos en sus rasgos asiáticos. En esa atmosfera, el pequeño John Fernhout (Bergen 1913 – Jerusalén 1987) con tan solo 15 años ya estaba aprendiendo cinematografía de una manera práctica ayudando a Joris Ivens; después, de una manera más académica, en Paris y en Berlin. En Berlin conoció a Robert Capa (¿Gerda Taro?) y Eva Besnyö, quien le seguiría cuando volvió a los Países Bajos, huyendo de la persecución a los judíos. En 1937 hizo una película documental de propaganda para el Partido Comunista holandés, con el pseudónimo Pieter Bruggens, y ese mismo año se marchó con Joris Ivens a España para registrar The Spanish Earth, en la que aparece en los créditos como responsable de la fotografía con otro pseudónimo, el de John Ferno (aunque hay discusión sobre la autoría del film, porque según cuenta su hijo Douwes habría, cuanto menos, una autoría compartida entre ambos, que Joris Ivens no quiso reconocer a John Fernhout, siendo motivo de separación entre ambos durante años hasta que se reencuentran para registrar juntos películas en China, en el tramo final de la vida y obra de Joris Ivens).
John Fernhout de aprendiz con Joris Ivens.
Con 24 años fotografíado por Eva Besnyö
The Spanish Earth es un documental creativo en el que participaron un nutrido grupo de personalidades haciendo aportaciones diversas (téngase en cuenta que se trata de una película rodada en medio de la guerra, en la que todos los que participan, además de hacer lo posible por salvar su propia vida, terminan colaborando en todo: desde la aportación de ideas de guion, selección de escenarios, transporte de material ―a mano si es necesario―), y ahí estaban John Dos Pasos, Ernest Hemingway, la narración de Orson Welles en una de las ediciones del film, etc.
Volviendo a nuestro protagonista, John Fernhout estuvo durante todo el rodaje en España, incluso después para el montaje de la película, mientras que Joris Ivens se marchaba a Nueva York. John Fernhout es un personaje que despierta una enorme curiosidad. Fue apartado por su madre de la genealogía familiar que representa en Drie generaties [Tres generaciones], 1941, una pintura de Charley Toorop en la que aparece autoretratándose junto a su padre Jan Toorop (una escultura de John Radecker, que se puede ver en Roterdam en el Museum Boijmans), y uno de sus hijos (Edgar Fernhout), que seguiría sus pasos como pintor. Según cuenta Douwes ―el hijo de John Fernhout (en un documental sobre su vida en elaboración), John sería apartado de la familia cuando un día, con doce o trece años, dijo que quería ir al cine y su madre le dijo que si iba al cine que no volviese a casa, y efectivamente se quedó en la calle. Sin embargo, con esta anécdota, paradójicamente, sincroniza con su abuelo Jan Toorop, que también fue separado de sus padres, primero por estudios y después por la mala fortuna: tenían que venir a despedirse de él cuando dejó Batavia (Jakarta), después de 4 años separado de ellos por los estudios en la capital, y cuando tenía que verlos por última vez antes de trasladarse a Europa para continuar sus estudios en Amsterdam y Delft, el barco en el que venían desde la Isla de Bangka tuvo un percance y llegó con retraso, para entonces Jan Toorop ya había salido de Batavia. Nunca más volvería a verlos.
John Fernhout fue un hombre de una fuerte personalidad, de producciones cinematográficas que excedían el presupuesto asignado de manera sistemática, escasamente reconocido en los Países Bajos (hasta fechas recientes). Sin embargo, sus producciones han contado con gran predicamento en Inglaterra y Estados Unidos (especialmente sus documentales sobre la guerra). The Spanish Earth es, sin duda alguna, una de sus grandes obras. Una vez terminada la película, el film viajó a EEUU donde había tenido su origen, y donde sirvió para la recaudación de grandes sumas de dinero para ayudar a los republicanos (sobre todo con material sanitario), gracias al apoyo del presidente Roosevelt y de todo el establishment cinematográfico de la época (Ernst Lubitsch, Fritz Lang, King Vidor, Lewis Milestone, Anatol Litvak y John Cromwell, los actores Robert Montgomery, Myriam Hopkins, Errol Flynn, Joan Bennet y los escritores Dashiell Hammett, Dudley Nichols, Dorothy Parker y Marc Connelly prestaron apoyo al film de alguna manera). En España la película fue estrenada en 1938 en Barcelona y Madrid con gran éxito, en una versión doblada al español de la que no se conserva ninguna copia [se pueden ver más detalles aquí]. No obstante, fueron muy criticadas las sardanas que se escuchan en la banda sonora, porque “parece un sacrilegio para los andaluces de Madrid (sic). Buñuel no estaba nada satisfecho y hemos decidido que para la versión española, que haremos en el futuro, cambiaremos la música. Allí (en España) las personas son muy sensibles a estas diferencias” (declaraciones de Joris Ivens que aparecieron publicadas en L’Avant-Scène du Cinéma, 259-260 [1981], p. 5).
The Spanish Earth no solo muestra la Guerra Civil española, sino que también cuenta la historia de un grupo de agricultores que cultivan sus tierras durante este período. En ese sentido la película se desarrolla en dos niveles. Por un lado, el espectador se enfrenta a todas las facetas de la guerra: el heroísmo y los horrores, los soldados que luchan contra el fascismo y la intervención extranjera, las trincheras, los heridos, así como las imágenes de Madrid, devastada por las bombas alemanas e italianas. Por otro lado, en una atmósfera relativamente pacífica, vemos a los agricultores de un pequeño poblado que aún poseen su tierra y que teniendo el conocimiento y los medios para cultivarla, como la lucha se libra en el frente, esto no les impide cultivar la tierra y, posteriormente, abastecer a los combatientes.
La película fue registrada, en ese segundo nivel que muestra la vida en el campo, en el pueblo de Fuentidueña del Tajo (Madrid). Nunca en el pueblo han visto la película. De hecho, en la Wikipedia, en la voz Fuentidueña, no hay ninguna referencia a la película. Parece que nadie recuerda que una vez ese pequeño pueblo fue el escenario, el paisaje, y sus habitantes los protagonistas de una película de culto.