Tramas feministas, exposición de LABi 2019 (Laboratorio de pensamiento, creación y difusión de la imagen), un proyecto del Máster en Fotografía, Arte y Técnica de la Universidad Politécnica de Valencia en colaboración con la Fundación La Posta, Centro de Investigación de la Imagen, busca generar una reflexión en torno a las diversas propuestas en el arte textil y sus múltiples vínculos con las mujeres artistas y/o artesanas. Para lo cual reúne piezas de las creadoras Teresa Lanceta, Bia Santos, Miriam Martínez Guirao, el proyecto artístico colectivo CraftCabanyal, Anabel Mateo y Jessica Espinoza.
Mediante el proceso deconstructivo de las tramas que conforman la episteme moderna*, las mujeres artistas fueron bordando, tejiendo y renombrando su propia identidad histórica con las propuestas de la teoría feminista y los estudios de género, que tuvieron una mayor visibilidad a partir de la segunda ola del movimiento feminista en los años 70. Fue así como mediante la reapropiación de las técnicas textiles, que convencionalmente estereotipaban a las mujeres, se posicionan desde lo crítico para emplazar también la construcción de obra, en contraposición a los saberes oficiales o a las técnicas clásicas de lo académico. Un ejemplo notable es la emblemática obra The Dinner Party, de la artista Judy Chicago, exhibida en el San Francisco Museum of Art en 1979, en la que mediante una instalación con textiles homenajeaba a mujeres relevantes en el ámbito cultural e intelectual de occidente, contribuyendo así a un necesario reconocimiento de la genealogía histórica femenina.
Durante siglos, las labores textiles han sido realizadas principalmente por mujeres y se han relacionado con el ámbito de lo doméstico, deviniendo en una histórica invisibilización que relegaba esta técnica de las artes oficiales. Su modelo de aprendizaje, en la mayoría de los casos sin una educación formal, y basada en la transmisión oral, atraviesa culturas y cosmovisiones, subvirtiendo la estructura validada de conocimientos así como las fronteras, extendiéndose de occidente a oriente y de norte a sur. Igualmente, su modo de producción excede las nociones convencionales de las artes como la de autoría, que muchas veces queda diluida en el anonimato y, otras veces, es compartida, al realizarse de manera comunitaria.
Nos encontramos ante categorías que establecen asimetrías de poder, prestigio social y reconocimiento, así como otros criterios estéticos que pretendemos cuestionar, revelando la tensión existente entre los oficios minusvalorados considerados más bien decorativos, frente al Arte, con sus obras consistentes y reflexivas. Así, proponemos indagar en las urdimbres de las convenciones y las jerarquías del acto creativo, más allá de las artes y de quienes las producen.
En Tramas feministas reunimos trabajos de mujeres artistas y creadoras que hilan lecturas con agujas, fibras y telas, tanto a nivel técnico como simbólico, que nos narran experiencias desde lo privado e íntimo como la sanación, la contención, el hogar, para expandirse a lo público y la necesidad de relacionarnos con la naturaleza y tramar redes con otras personas mediante procesos de costura colectiva.
Estamos ante obras que nos hablan del acto de hilar, coser, tejer, zurcir y parchar, también con altas dimensiones metafóricas ó poéticas. Un gesto de reparación de heridas como enuncia Teresa Lanceta, destacada artista española, en su obra Sur (2004), de la serie Pinturas cosidas. Por otra parte, en La espera y El pasaje (2001) Bia Santos, artista brasileña radicada en Valencia, aborda el espacio de lo doméstico como matriz primigenia y la posibilidad de una conexión con la espiritualidad. Una toma de conciencia hacia la psicología ambiental y los posibles trastornos por ausencia de vegetación se inscriben y bordan en la pieza textil Locura natural (2015) y de video Solastalgia futura (2017) de Miriam Martínez Guirao, artista visual originaria de Elche. La pieza El Cabanyal punto a punto. Distintas miradas ilustradas (2014), del proyecto artístico colectivo CraftCabanyal nos remite a la fuerza que contiene la producción comunitaria y la posibilidad de reunir a personas de diversas edades mediante un textil social que se torna en un archivo activista y de denuncia. Mientras que el hogar como refugio y el desplazamiento del dibujo al textil están presentes en Sin título (2017) de Anabel Mateo. Y finalmente, en Cacicas (2014), de Jessica Espinoza, artista chilena residente en Barcelona, se invoca el poder de curar y la fuerza ante la adversidad de las mujeres rurales latinoamericanas.
En definitiva, la exposición Tramas feministas pretende examinar los mecanismos de poder que instaura jerarquías sobre las artes y los oficios, en las que también se impone una categorización de los roles establecidos sobre lo femenino y lo masculino.
De forma complementaria a la exposición, planteamos la instalación efímera Inquire project de Eva Viera, en las paredes exteriores de La Posta. Se trata de una serie de retratos fotográficos de mujeres que se contrapone a los cánones de representación estereotipados de lo femenino.
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* Entendemos por episteme moderna, desde el filósofo francés Michel Foucault (1926-1984), como un modo de configuración del conocimiento y ordenamiento del saber, que va de mediados del siglo XVIII hasta mediados del siglo XX, y que apunta hacia la idea de progreso en detrimento de la naturaleza. Se caracteriza por ser antropocéntrica, androcéntrica, eurocéntrica, heteronormativa y capitalista.